Él no conocía tu voz.
No sabía cuando traía tormentas
y caudales que arrasaban la casa,
los cuadros de las paredes
a veces son derribados con todo y
sus notas de compra.
No sabía cuando tu voz sonaba triste
o se rompía, o quizá sí, en el fondo
algo encendía la alarma.
Qué más da si llueve cantaros,
tú estás bajo un enorme paraguas,
y a veces las voces se pierden en la lluvia,
son arrastradas a las alcantarillas
como ratas muertas.
El no conoció nunca tu voz.
Descanse en paz.
Beatriz Osornio Morales. Imagen de Pinterest.
6 comentarios:
Es triste no conocer la voz de alguien a quien se aprecia.
Salu2.
Abrá algo más triste que no reconocerse. Me gusta el poema.
Un abrazo.
Es cierto, pero pasa más de lo que quisieramos. Saludos Dyhego y gracias por pasar por aqui.
Hola, Carlos,
Pues eso, no conocerse, y que no le reconozcan a uno. Pero hasta eso vale para hacer poesía.
Saludos, y gracias por tu comentario.
Me gusta mucho esa expresión:
"a veces las voces se pierden en la lluvia,
son arrastradas a las alcantarillas
como ratas muertas".
Tiene mucha fuerza expresiva, con esos ingredientes cargados de muerte y tristeza: lluvia, arrastradas, alcantarillas, ratas muertas.
Saludos.
Muchas gracias por tu lectura. Me alegra que te guste. Un abrazo.
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