Hay veces que el mar
Tú, me toma de la mano
y anda conmigo
por el boulevard y las avenidas,
entra en cada estación
del metro,
aplaude al ciego
de la canción ciega,
pone una donación en su lata
sin etiqueta,
oye el ciego el sonido
caer de la moneda,
e intenta una sonrisa
al aire,
tú aprietas mi mano.
Hay veces que el mar
tú, me pone a dormir
con la ventana abierta
mirando la telaraña
del cielo,
se sienta a mi lado
y trenza en la cabellera
una brisa larga,
dice que la luz es buena
y yo le creo,
siempre he creído en el mar
de los misterios.
Hay veces que el mar,
tú, sale huyendo invisible
no comprendo,
solo deja una esencia de sal,
y una concha vacía
que me pongo al oído,
canta el mar del caracol,
me siento mar
adentro,
del boulevard y las avenidas,
mar de sueños,
mar de ciegos
y cantos,
sé que has vuelto.
Hay veces que el mar,
Tú, me toma de la mano,
y besa del hombro desnudo
hacia el ombligo,
el sur, el grito.
Hay veces
que tú dentro de mí...
somos el mar.
Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red