Los ojos continùan vinièndose abajo
un dìa van a terminar en el pecho
quizà entonces
pueda hacer frente a las emociones ahogadas
en esta oscuridad
El cuerpo es un derrumbe
con todo y llanto con todo y sexo
la noche que bailamos abrazados
tambièn se derrumbò
A veces el insomnio se parece a ti
me tiende su hombro para llorar
pero yo solo puedo mirar hacia ningùn lugar
y hablar sin tapujos como los resentidos
que lloren los maricas
Llorè cuando ya no hubò ojos
para mirar ni ojos con què mirar
Llorè sin temor de arrasar el maquillaje
Un dìa llorarè hasta sin ojos
y llorarè por los ojos nuevamente
llorarè por las veces que no he llorado
y quizà era necesario
el insomnio se parece a ti
esta vez sonrìe al reconocer
que ya no le queda llanto
solo un intento
en la plataforma de clavados
de la cual no puede saltar por innaniciòn
Se queda parado allì
inmòvil
sin poder tampoco volver atràs
energìa potencial en la madrugada
sin resortes
sin sueño
Es terrible quedarse sin ojos
y con làgrimas que lloran al ser nombrados
pero ellos
los otros nunca lo sabràn
ellos duermen.
Beatriz Osornio Morales, imagen de Paola Reghenzi