3.
El tulipán de la noche abre
Algo de sí da paso a las formas. Su voz
no la escucho, es demasiado sutil y oscura.
La sirena de los bomberos se ocupó de ceñir mi oído
Al aire, me duele el viento
que arrastra lejos del primer murmullo,
del regazo materno, del beso adolescente.
Aquí lejos, en un
canto desperdigado
por el enojo de guerras encarnizadas,
recojo el coraje del mundo hecho pedazos,
allí también
encuentro voces que hablan de mi,
y a ratos se callan lo que soy.
Beatriz
Osornio Morales.