VIII
Un canto de colibrí
entre los muertos.
Escaleras abajo
el sabor a dos bocas.
Tu risa cuando no es mía
duele de aquí a
no recuerde.
Descender.
Tocar con pared,
encontrarse una vez más
minutos arriba, escalar y
topar.
Descender inútilmente, hasta
que se agote el tiempo,
descomponga el reloj
de las rodillas, y minuto a
minuto
arremetido, dar tres pasos más.
Atrás, por fortuna y
felicidad
ya hemos cruzado
el agujero negro de tu pelo.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.