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jueves, 24 de mayo de 2012

Del Ciego que midió el tiempo en pasos VIII

VIII
Un canto de colibrí
entre los muertos.
Escaleras abajo
el sabor a dos bocas.
Tu risa cuando no es mía
duele de aquí a
no recuerde.
Descender.
Tocar con  pared,
encontrarse una vez más
minutos arriba, escalar y topar.
Descender inútilmente, hasta
que se agote el tiempo,
descomponga el reloj
de las rodillas, y minuto a minuto
arremetido,  dar tres pasos más.
Atrás, por fortuna y felicidad
ya hemos cruzado
el agujero negro de tu pelo.


Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.

10 comentarios:

Rafael dijo...

El túnel de los ciegos en tus versos.
Un abrazo,
Rafael

Alandroide dijo...

Asombroso, pese a que el asombro ciega.

Sé feliz :)

leolo dijo...

Conocí a un ciego que parecía ser un sol, pero era solo un reflejo, y además cegaba. No nos volvimos a ver.
En cambio, tu poema, busca la luz hasta en un agujero negro.

Buen fin de semana

Sarco Lange dijo...

Descensos y ascensos, vértigos, lunas de papel que se van mutilando.

Besos.

Leovi dijo...

Emocionante poema. Por fin los pasos de ciego consiguieron su objetivo. Saludos.

Anónimo dijo...

...descomponga el reloj de las rodillas... mientras tanto aún siguen su camino.
Impresionante mi querida Beatriz,te dejo un fuerte abrazo.
Buen domingo!

Anónimo dijo...

es un poema de una enorme sensualidad. Buenos versos

besos

Marina-Emer dijo...

preciosos versos a tu entrada
te deseo feliz semana con cariño
Marina

luna dijo...

Bella letras..
Un abrazo y gracias por su comento.

Lapislazuli dijo...

Que los pasos ayuden
Un abrazo