I
La masa de mi cuerpo es vulnerable
al tacto, las palabras, el viento,
las vialidades que se construyen
ante los ojos cuando pienso,
tiembla mi mano
en anticipación del verbo,
un vaso siempre lleno
es la luz,
toma el verbo que quieras,
sorbe lo, ya está
sus ondas sonoras también tiemblan,
se crispan ante la espera
del beso a la medida
Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red.