TENGO QUE
DECIRTE ALGO
Tenía pensado renacer con el día,
asomarme al cementerio del alba
y pensar en ti.
En ti que venías de las aguas
de mujeres
calladas hechas una fiesta,
decías, sus ojos son la primera señal
de lo que hay bajo la piel, las manos,
y entre la línea de sus carnes más suaves.
Eras experto en mirar donde pocos miran:
mi cabello
hecho una montaña,
cayendo
una cascada hacia la red subterránea
donde trenes llenos de niños
y
tigres
y albatroses emigran;
mientras yo pensaba en los pobres
de
la ciudad
me cantabas a la orilla de aquel río
en la avenida.
Tengo que decirte algo:
Yo hace tiempo que vengo muriendo
con cada noche eterna que llevo a cuestas,
muero del olvido a los que están ausentes;
A ratos imagino que todavía existen
y que con solo pensar el morir se revierte,
es posible renacer en el pensamiento,
las pasiones más ocultas
el
deseo que se quiebra
bajo la rama de un árbol.
Tenía pensado renacer la mañana
asomada a las tumbas abiertas y
cerradas con las horas de cada día.
Y ahora solo
tengo que recordarte algo:
Los niños se han peinado ya para la escuela.
Beatriz
Osornio Morales