Lo más triste es que ya no siento
nostalgia por ti.
Ni hay a donde ir
en busca de refugio,
cuando el día es intenso y quiero sentir.
Acudo al lugar al que fuimos solo una vez,
sin saber casi nada, cosa de tontos;
yo tenía los brazos de molusco
y tu mujer me confió a tu hija.
Al final del día ya no se confiaba
de nosotros, juntos.
Quizá fue un presagio
que tuviste que aclararle o desvíar del camino,
como hice yo con mi soledad
para hacerla nuestra amiga.
La cara de tu mamá tampoco era la de siempre,
nos vio a ti y a mi
echarnos a rodar en un saco vacío,
donde nadie más estaba presente.
Soy feliz de quererte así,
con este amor, donde ni la distancia está cerca.
Somos el fuego interno del árbol,
la lenta muerte…en
Alguna vez quisimos ser más…
Tú arrancabas las sombras de mis ojos, y yo
plantaba palabras en tu tierra.
Los demás no saben lo que éramos.
Ya no somos lo mismo, ni la lluvia es la misma
andando entre los coches,
aquellos vehículos vienen en sentido contrario.
Tu recuerdo es un anciano solo, con los años,
contar el tiempo sigue estando de moda…
ahora que por fin estamos perdidos
al final del día, yo no tengo a donde ir
más que esta gran ciudad de bares, jardines
y humo; las nuevas reglas del juego.
13 comentarios:
Preciosa historia de amor, antigua, presente, tatuada en la memoria pero que ya no produce nostalgia y esto es más triste, aún, porque el corazón se quedó sin su refugio.
Qué bien canta tu corazón jugando con la naturaleza y adoptando otro paisaje con nuevas reglas del juego.
Un gusto visitarte, Beatriz.
Un abrazo en la distancia
Gracias por tu comentario Ceci, esos momentos se viven a menudo y quedan en el corazón pero la memoria prácticamente a veces traiciona.
Saludos!
Me encanta el tono surreal de estos versos. Un abrazo
Carlos
Hola, Carlos.
Me alegra que te guste. Gracias por tu comentario siempre.
Saludos hasta Colombia.
Beatriz:
plantar palabras en la tierra, me gusta esa idea.
Salu2.
Hooola Beatriz. Te saludo desde Buga, Colombia. Gracias por dejar tu amable comentario en mi blog de microbrevedades. Saludo literario desde el norte-sur Pacífico.
Cuando pasa el tiempo y miramos hacia atrás, siempre acuden a nuestro pensamiento aquellos grandes amores que nos hicieron latir el corazón. Es hermoso recordar pese al dolor de lo vivido porque siempre nos quedamos con lo mejor y eso fue: amar.
Abrazos Beatriz
El poeta dice que tiene una luz, pero solo es ruido, el rugido de un frío que duerme entre soledades, amada soledad
Saludos poeta
La memoria guarda, con nostalgia o sin ella. Y que los demás no sepan lo se ha sido es uno de los secretos humanos más hermosos, cosas que sólo existen entre dos.
Muy lindo.
Saludos.
Gracias,Dhyego, Guillermo, Nocturno, Tatiana y JLcN. Bienvenidos a este lugar como fin de año, como si fuera el fin del mundo, para no variar el tono. Es sólo una transición simbólica para maniobrar en esta extraña topografía de tiempo.
Espero seguir leyendolos por acá-
Paso de nuevo para desearte lo mejor, en este año que se pone los pañales
Mi aprecio inmancable. Carlos
Tu blog es una fuente valiosa de recursos y recomendaciones.
Muchas gracias, Carlos. En este día de abril te saludo desde mi día nublado hasta ese soñado sur.
Costa Rica, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que encuentres algo en este rincón de los ciegos. Por su puesto que puedes recomendarlo.Saludos.
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