Navego en la grieta, esta vez no entra ni un hilo de luz;
lo único que hay es una fría oscuridad
y la humedad colándose en la porosidad del espacio.
Dudo de mi propia existencia.
Aquí no existe la roca ni la tierra;
solo la grieta me atrapa con múltiples tentáculos.
Quiero sentir el viento, respirar para no existir aquí.
El calor sofocante es una mentira
recostada junto a ti, pero tú tampoco eres real;
acaso un nombre perdido, como el nombre de Jorge,
extraviado en mi desde hace tiempo, desde hace frío.
Tengo miedo, no, no tengo miedo; tengo
una sonrisa blanca en el cabello, no dejo de sonreír.
Tengo hambre, tengo peces y licor de durazno.
Tengo túneles en el sol y agua de la noria.
Pero he vuelto a caer en lo que soy aquí,
la reina de las sombras, en la grieta.
No quiero ser esto, quiero ver la luz,
abdicar mi reinado, y ser más que un destello
resplandeciendo en la oscuridad.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red
2 comentarios:
Querida amiga, he sentido cada una de tus letras con ansiedad, imaginando lo que muchas veces he temido.
Gracias por compartir. Te dejo un abrazo
Hola Jova,
Muchas gracias por tu comentario. Lamento causarte ansiedad, a veces es necesario hacer catarsis de la única forma que se puede.
Abrazo gande.
Publicar un comentario