1.
Me pierdo en el sonido de las hojas;
soy ese silencio que habita la ciudad desierta.
Para encontrarme colecciono voces,
mil voces en las fuentes de agua, lunas
eclipsadas por camiones recolectores de basura
en la mañana.
Algunas voces me llaman a distancia,
y soy ese gentil llamado que sobrevive la sarna
de los perros de política.
La muerte es más que un cantar
de pájaro triste y solitario.
Su canto me hace llorar.
A veces la luz llega por el sonido del viento,
otras, por una grieta en la ventana que mantengo
cerrada,
y hay otras veces que la luz eres tú,
a quien recojo y voy coleccionando en mi destierro.
Ese trozo de ser que creímos zozobrar,
caricia que el amor no niega,
y se hace hoy mi voz, carne de mi carne
relámpago y lluvia en la tierra de mi cuerpo.
Beatriz Osornio Morales.
17 comentarios:
Aquí he querido dejarles este número de la serie de Fragmentos de mí, lo he editado antes, esta es la versión re masterizada. Espero que lo disfruten.
Saludos.
Me gustan todos tus textos...pero cuando leo algunos de estos (no encuentro calificativo)...es como si esa luz de la que hablas, titilara y destilara aún más energía...Impresiona siempre leerte...Un abrazo, Beatriz
Es un poema duro, pero al mismo tiempo tiene un punto de esperanza, son esas lucecitas que de vez en cuando atraviesan los rincones más insospechados de nosotros mismos y nos alejan de la oscuridad.
Un abrazo con luces desde el lugar que sea, querida Beatriz
Fina
Pues gracias por este "fragmento de ti", que se lee con frescura y se deseo el siguiente fragmento.
Un abrazo en la tarde.
"A veces la luz llega",si...como se siente al final de tu poema, donde radicalmente se cambia el sentimiento primero. Hay esperanza cierta en el amor, sin duda alguna. Él nos lleva de la mano, nos impulsa y nos hace volar con fuerzas y miradas nuevas.
Hermosísimo, querida Beatriz.
Mi abrazo GRANDE y mil besos para ti.
Así ha sido, así disfruté de este fragmento poético y queda la lluvia y el relámpago en la tierra de mi cuerpo.
Salud
Me he dejado llevar por la luz que tus versos dejan pasar entre las silabas.
Me ha gustado mucho.
Besos
La muerte que nos desintegra con su amenaza...
Qué gran poema has completado, Beatriz. Urbano, con su buena dosis reivindicativa, de protesta social....¡estupendo! Lo voy a compartir en todos los sitios donde pueda. He disfrutado mucho su lectura y seguiré disfrutándola. Enhorabuena
Exquisitamente poético, Beatriz.
Admiro en ti esta capacidad para volar por las alturas.
EXCELENTE LEVITAR DE LOS SENTIDOS.
BESOS
Lo siento, me ha provocado un considerable escalofrió recrear visualmente, quizás a vista de pájaro eso de: Me pierdo en el sonido de las hojas, soy ese silencio que habita la ciudad desierta.
Quizás sea el señor invierno que no se va entristecido, como siempre ha vivido, y solo se esconde en una ciudad extraña, desierta.
En fin, disparada la imaginación al leerte no tengo más que darte las gracias. Porque no hay nada que me guste más que eso.
Un abrazo
Lo siento, me ha provocado un considerable escalofrió recrear visualmente, quizás a vista de pájaro eso de: Me pierdo en el sonido de las hojas, soy ese silencio que habita la ciudad desierta.
Quizás sea el señor invierno que no se va entristecido, como siempre ha vivido, y solo se esconde en una ciudad extraña, desierta.
En fin, disparada la imaginación al leerte no tengo más que darte las gracias. Porque no hay nada que me guste más que eso.
Un abrazo
Lo complicado, cuando todo en nuestras vidas, se vuelve fragmentario, es aprender a reconocer lo que es parte de nosotros y lo que forma parte ya, del pasado más lejano y obtuso.
Saludos
J.
llegaste a mi cuando menos lo esperaba
tus letras me encantan
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