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lunes, 1 de abril de 2013

PRISMAL




 En memoria de Virginia Woolf

 



















 Esperas en el salón de estar
recién lavado el rostro en el alfeizar,
donde se desborda la tierna mañana
y esboza tu perfil  años luz.

Tu cabello absorbe los primeros segundos del  sol
que se filtran por la ventana.
Allí se unen nuestras travesías.
Otros destellos viajan hacia los granos de arena
en un lejano mar,
O hasta el reloj descompuesto
en la cómoda del hombre solitario.

Escribir sin pausa es lo tuyo,
deteniéndote apenas en los puntos y aparte
para fumar, o mojar de nostalgia la pluma en el tintero.
Comprendes que no hay pensamientos fortuitos.

Fijas la mirada en algún objeto  
donde un vuelo irreverente desafía
a describirlo, con la fuerza  y la pasión que solo tú,
tu frágil figura
logra rescatar al borde de la locura;
 lo que no era visible  tiende  
un paisaje en la imagen, y es sustancia.
En tu palabra perdura lo que pronto deja de existir;
inclusive ese perfil marmóreo.

 Moldeas la vida con el romper de tu pluma
en los acantilados de la hoja blanca.
Te importan los demás; las sociedades
sus arreglos, pero más que todo, sus individuos.
Los ligamentos de tus manos al escribir,
y la comisura de tus labios
delatan esa hora extrema, esa marea desconocida 
cuando las mujeres se deben a la personificación de  mesura,
y la llaman libertad.

Hoy la casa toda,  parece revolucionar a tu alrededor;
es la cortina que te encierra dentro,  junto con  la luz filtrada
por la abertura del día, el viento que alcanza a arrasar el mar
hasta el  mundo de Virginia, y una mirada que se cree oculta
pero ya fue escrita por esa mujer creadora,
conjugando   matices de sol, nubes pegadas al cristal, y violetas
polillas antes de  una tempestad, hombres y mujeres.

Y he aquí que tu y yo estamos
frente a un mar convertido en marea,
con las manos
salpicadas de su belleza.


   
Beatriz Osornio Morales: imagen de la red.


El pasado 28 de marzo fue aniversario de la muerte de Virginia Woolf, escritora inglesa por la que tengo gran admiración. Y este poema ha querido ser mi humilde homenaje. Espero que lo disfruten.

15 comentarios:

Eva Letzy dijo...

Me encanta esta escritora, he leído varios libros suyos.
Muy buen homenaje, me gustó muchísimo.
Un saludo

Rafael dijo...

Lindo homenaje en estos versos a Virginia Woolf.
Un abrazo.

Noelplebeyo dijo...

magnífico poema.

A la altura de esta gran mujer

Betty Mtz Compeán dijo...

Pues vaya homenaje tan bello el que le brindas Beatriz, es hermoso este poema.
Siempre he admirado a Virginia Woolf.
Abrazos y linda semana.

Miguel Buján dijo...

Sí, leer a Virginia Woolf es como leerse a uno mismo las entrañas sin necesidad de usar una cuchilla.

Siento hablar sólo de ella y no de tus versos, pero todo tiene un nexo.


Un saludo.

P MPilaR dijo...

Muchos somos a quienes atrapó Virginia. Muchos, en el intento de leernos a nosotros mismos a su través, espejo. A quienes salpicó su belleza, y más.
"...conjugando matices de sol, nubes pegadas al cristal, y violetas
palomillas antes de una tempestad..."
Qué bonito tu homenaje, Beatriz

Fuerte abrazo

Luis García Romero dijo...

Es todo un homenaje. Desbordas buena tinta!

José Manuel dijo...

De la mano de Virgia Woolf solo puede salir una bella inspiración, para un hermoso homenaje.
¡¡Precioso!!

Besos

MAJECARMU dijo...

Beatriz,hermoso poema sentido y profundo en homenaje a Virginia...Mujer que rescató lo efímero y etéreo en su palabra y quiso eternizarlo...Las luces y las sombras toman cuerpo y la sorprenden a ella misma,que va descubriendo el misterio de la vida en lo pequeño y apenas perceptible...
Mi gratitud por tu presencia y mi abrazo inmenso por tu amor a las letras,compañera y amiga.
M.Jesús

Anónimo dijo...

Un hermoso homenaje a la que fue gran talento de las letras.
Escribes muy bello, me gustó hallarte.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

GRAN TRIBUTO, MUY POÉTICO. ME GUSTA.
UN ABRAZO

Lola dijo...

Hola Beatriz, unas letras que hacen pensar, todo tema de mujeres es necesario en estos tiempos para recordar otros, en los que la mujer tuvo que ser valiente para hacer muchas que las mujeres nos merecemos. Hermosa tu entrada. Un beso.

Sandra Garrido dijo...

Sólo en las horas, como un Dalí desdibujado.
Bonito homenaje a esa gran escritora.

un saludo.

Julie Sopetrán dijo...

Fascinante! Un beso.

Pilar Cárdenes dijo...

Aplausos por este homenaje a una mujer que continúa sin dejar indiferente a nadie.

Saludos