XI
Te lleno los ojos
de invisibles cuerpos…
ondulando con
un dedo
tembloroso
tu voz,
invento una piel a su luz
en las tinieblas,
y es mía,
tu lengua que alumbra en mí
visionarias palabras:
Es un deleite de amar,
desde el ojo-corazón agónico
del ciego.
del ciego.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.
Nota. Con este número da fin la travesía de nuestro invidente protagonista por su andar de percepciones y tropiezos. Espero que los que lo acompañaron desde el principio hayan disfrutado algo. Los que le salieron al encuentro, pueden sentirse cómodos arrastrando el ratón hasta la segunda entrada, donde el poema da comienzo. Por el momento no sé qué hacer con el blog, así que dejaré abierto por un tiempo, quizá dar tiempo a más lectores. Después, cabe la posibilidad de que baje el poema completo y comience a subir algún otro poema seriado...quizá.
Nota. Con este número da fin la travesía de nuestro invidente protagonista por su andar de percepciones y tropiezos. Espero que los que lo acompañaron desde el principio hayan disfrutado algo. Los que le salieron al encuentro, pueden sentirse cómodos arrastrando el ratón hasta la segunda entrada, donde el poema da comienzo. Por el momento no sé qué hacer con el blog, así que dejaré abierto por un tiempo, quizá dar tiempo a más lectores. Después, cabe la posibilidad de que baje el poema completo y comience a subir algún otro poema seriado...quizá.